

El freno trasero en una moto no sirve solo para frenar:
cuando actuamos solo con el freno trasero, lo que sucede se parecería a una moto que se precipitara de cabeza al suelo desde cien metros de altura y la sujetaramos por la rueda trasera con un gancho gigante sujeto por un muelle a las nubes. Igual que al frenar de atrás, la rueda delantera tendería a volver al eje longitudinal de caida/avance, como un tente tieso. Por ello, al frenar así, notamos mas aplomo y seguridad. Tanto mas fuerte sea la frenada en la rueda trasera, mas dificil será que la delantera pierda adherencia. Lo cual es sumamente interesante en la inclinación de una curva o en terrenos poco adherentes. El límite lo pone la adherencia de la rueda trasera al frenar y la disminución de velocidad que conseguimos a la vez (ya que en realidad no deseamos frenar, sino controlar la moto). Aquí entra en juego la sensibilidad del piloto en entender lo que pasa y la de la mecánica en transmitirlo.
Inconscientemente casi siempre, todo veterano emplea esta técnica en conducción deportiva y sobre todo por campo (magnifica escuela para la carretera). Por eso, los pilotos veteranos no son amigos de los sistemas de frenado combinados, entre los cuales me incluyo. Pese a que algunos, como los de Honda, esten muy conseguidos, haciendo derrapar antes la rueda trasera de forma mecánica. Pero no dejan lugar a la sensibilidad del piloto experimentado (por ejemplo con lluvia).
Lógicamente ante una frenada comprometida es igualmente útil esta técnica (estabiliza la trayectoria). La secuencia aproximada en este caso sería, llevar hasta el límite de la adherencia la rueda trasera y en ese momento forzar el freno delantero al máximo para salvar la situación. Ante un choque, casi siempre es preferible una caída previa. Así que si llega el caso, si vemos que forzando al máximo el delantero aún así vamos mal... habría que llegar al límite de la adherencia delantera también, patinando de ambas ruedas hasta caer. Todas estas palabras, llegado el caso se resumen en milisegundos cuando se tiene experiencia, y donde realmente se gana tiempo es en la previsión de lo que va a suceder, antes de que suceda.
En resumen, mientras la rueda trasera esté más frenada que la delantera, la moto ganará estabilidad.
Cuando se derrapa acelerando, la situación es semejante, pero no completamente igual. Por eso en conducción deportiva se entra en la curva derrapando (lo menos posible) para colocar la moto en la trayectoria, cada vez menos... cada vez menos... hasta llegar al ápice de la curva. Y a partir de este punto, abrir gas cada vez mas (de igual forma derrapando lo menos posible).
Este articulo está dedicado sobretodo a los novatos. Si probais esta técnica, hacedlo poco a poco en terrenos poco adherentes a muy poca velocidad y con protecciones. La tierra es un buen lugar, la lluvia es mas imprevisible. Siempre donde no exista tráfico alguno, ni peatones. Piano, piano...
Saludos